¿Le sorprende que, en Estados Unidos, el 20 % de las madres renuncien a amamantar antes de pasado un mes? ¿Que el consumo insuficiente de leche materna sea el motivo principal por el cual es necesario volver a hospitalizar a los recién nacidos? ¿Que la preocupación sobre un escaso suministro de leche haga que el 60 % de las madres suspendan prematuramente la lactancia, antes del primer año?
Son demasiadas las madres que se culpan cuando la lactancia no funciona. No es común que haya una orientación sofisticada cuando las madres más la necesitan.
Droplet existe para respaldar a las mujeres durante este período increíblemente vulnerable de la vida, donde se necesita del mejor apoyo posible. Si bien el profundo impacto en la salud y económico del fracaso de la lactancia materna se ha cuantificado ampliamente, es imposible calcular el daño emocional que ello provoca en las madres. Miramos más allá de los números y nos esforzamos por causar un impacto no solo estadístico sino en la experiencia de cada madre. Ninguna madre debería sentir “Si hubiera sabido…”